Los meses entre noviembre y febrero han constituido hasta ahora lo que conocemos como «temporada baja» de bodas y eventos, ya que, comúnmente, uno de los factores que se tienen en cuenta a la hora de elegir fecha es el buen tiempo, sobre todo cuando hablamos de la Costa del Sol. Sin embargo, el frío no siempre juega en nuestra contra. De hecho, en los últimos años han proliferado las bodas en invierno, incluso en Marbella, y es que esta época no se encuentra exenta de ventajas. A continuación te exponemos algunas de las razones por las que dar el «Sí, quiero» en la temporada menos calurosa puede ser un gran acierto.
- La vestimenta
¡No podíamos comenzar esta lista de otra manera! Y es que ya sabemos lo bonitos que son los vestidos de novia de invierno. Mangas largas de encaje, abullonadas, capas… Creaciones dignas de un cuento de hadas. La originalidad y comodidad de los diseños se extiende también a la vestimenta del novio y de los invitados. Quienes precisen de llevar chaqueta se ahorrarán el inevitable calor que sufrirían en verano.
2. El escenario
Bodas en castillos, antiguas haciendas o salones de celebraciones llenos de luz. Es la oportunidad de crear un decorado interior mágico, repleto de velas y luces cálidas. Si cuentas con una wedding planner con experiencia, sabrá sacar el mejor partido a la iluminación del espacio, que junto con las flores, conseguirá un escenario de ensueño.
Si el lugar que habéis elegido para contraer matrimonio posee además zonas de exterior, podréis emplear estufas de leña y obsequiar a los invitados con mantas personalizadas.
3. La fotografía
La claridad extrema que podemos encontrar en la mayoría de los días de verano, en ocasiones, puede jugar en contra del resultado del reportaje fotográfico. Durante el invierno en la Costa, los rayos de sol son mucho más ténues y se consigue una iluminación perfecta. Además, es una buena temporada para realizar reportajes mágicos en la montaña. Por último, si deseas casarte junto al mar, existen numerosas localizaciones en primera línea perfectamente acondicionadas para albergar una boda durante el invierno, con la diferencia de que las playas estarán ¡practicamente desiertas! Algo inimaginable durante los meses estivales.
4. La disponibilidad
Entre mayo y octubre wedding planner, localizaciones, catering, fotógrafos, floristas… es decir, todo el equipo que formará parte de una boda deberá ser reservado con al menos un año de antelación para asegurar poder elegir la fecha deseada y poder disponer de diferentes ofertas a la hora de diseñar vuestra boda. Durante el invierno las reservas son más reducidas, por lo que será más fácil poder elegir fecha, incluso si habéis decidido casaros de improviso.
5. La gastronomía
Sopas de escándalo, postres bañados en chocolate fundido, vino caliente… Menús que recuerdan a las montañas, a ciudades encantadas del norte. Las opciones son infinitas. Dejáos asesorar por vuestra wedding planner y la empresa especialida en catering, y ¡a disfrutar!
6. Facilidad para los invitados
Sobre todo en el caso en que vuestros invitados deban viajar desde otra ciudad o país, para asistir a una boda de invierno será más sencillo y asequible la reserva de hoteles y vuelos en Marbella y el resto de la Costa del Sol.
7. El calor no será un límite
Es cierto que una buena empresa de wedding planner sabrá acondicionar vuestra boda incluso con las temperaturas más extremas. Zonas de sombra, abanicos, ventiladores… son a menudo usados durante las bodas en verano. Sin embargo, durante los meses de julio y agosto, solemos recomendar realizar bodas al atardecer, porque incluso la sombra no será suficiente para evitar el calor, si deseáis casaros al aire libre. En este sentido, una boda de invierno permitirá realizarla a cualquier hora del día, incluso de noche.
Ya véis que las bodas de invierno en Marbella y el resto de la Costa del Sol no están exentas de ventajas. Contactad con vuestra empresa de wedding planner y organización de eventos conseguid una boda original que sorprenderá a todos vuestros invitados.